lunes, 2 de febrero de 2015

La entrevista

Lo fundamental en una entrevista es que alguien se sienta frente a otro y dialoguen. La mejor manera de narrar una entrevista es contando una historia.
A los escritores les gusta mucho parafrasear, haciendo pequeñas referencias culturales aludiendo a otra cosa. El buen entrevistador se niega a que los demás lean su entrevista antes de ser publicada; trata de reflejarnos como nos ve. 
A continuación, se añade otra información. En los periódicos se utiliza el llamado “gancho”, un elemento para hablar de algo, para dar pretexto (por ejemplo, el cumplimiento de un centenario).
Las entrevistas clásicas nacen en el S. XIX), pero es en el XX cuando se convierte en género estrella. Para una buena entrevista hacen falta 3 cosas: seleccionar al personaje (el periodista o el director hace esto); recopilar información (saber quién es el personaje, y estar bien informado; saber cosas que los demás no suelen saber de él); hacer preguntas (siempre un cuestionario abierto, tiene que seguir o variar el ritmo de la conversación); el entrevistado se pone en el lugar del público, es un intermediario; las respuestas deben sugerir otras preguntas que no están en el cuestionario. La entrevista puede ser profesional o personal.
Existen varios tipos de entrevista. Pero la entrevista periodística por excelencia se conoce como entrevista de personalidad. El periodista trata de recoger con veracidad la personalidad del entrevistado. Comparte con sus lectores los elementos más significativos. Otros tipos de entrevista son, por ejemplo, la laboral, informativa o de actualidad, de divulgación, testimonial, tipo encuesta (la menos periodística), perfil o semblanza, de opinión, abierta (donde el entrevistado conoce previamente las preguntas) y la interpretativa, entre otras.
La relación más común entre entrevistador y entrevistado es la asimétrica, donde el entrevistado es importante y el entrevistador permanece en un segundo plano. Es lo que conocemos como entrevista a, donde lo relevante es únicamente lo que el entrevistado dice, y a veces se publican sin necesidad de introducir preguntas.
También puede darse el caso de una relación más igualitaria. Es el caso de la entrevista con, en la que el entrevistado sigue siendo el protagonista, pero el entrevistador actúa como coprotagonista, ya que entiende acerca del tema que se va a tratar.

Además, existe una posible relación de enfrentamiento mediante la entrevista contra, donde el entrevistador deja en evidencia al entrevistado. Vemos aquí una especie de “lucha”. Es el tipo de entrevista que más temen los entrevistados, pero que más divierte al público.
La primera entrevista moderna data de 1959, y la hace Horace Greely al mormón Brigham Young. Nos va dando (mezclado con este reportaje) elementos de la entrevista. Aparece también la siguiente frase hecha: “desde la cruz a la fecha”, que significa “desde el principio hasta el fin”. Alude a cómo se escribían las cartas, ya que se ponía al principio una cruz y al final una fecha. Las partes de la entrevista son la entradilla, el retrato, el plano de situación donde lo encontró el periodista y los altibajos.
El periodista puede saber mucho, pero tiene que adoptar el punto de vista del lector común. En el ejemplo le pregunta a Marx acerca de la “comuna de París”, uno de los grandes hechos históricos del siglo XIX. Marx le contesta con términos teóricos y el periodista debe cortarle.
El entrevistador va dando vueltas hasta llegar a la entrevista que realmente le interesa: la de Kipling a Twain. El estilo de Kipling es muy agresivo a sus 24 años; explica cómo ha logrado esa entrevista y cómo ha llegado a Twain.
Finalmente, cabe señalar los siguientes enlaces como ejemplos de grandes entrevistas a escritores:
Entrevista a Fernando Savater: https://www.youtube.com/watch?v=hhVrG7U25DM
Entrevista a Mario Benedetti: https://www.youtube.com/watch?v=o4ar79MOkVw
Entrevista a Julio Cortázar: https://www.youtube.com/watch?v=_FDRIPMKHQg

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